lunes, 30 de marzo de 2015


La ciudad es la huella y esa huella se tiñe de diferentes tonalidades que conforman un abanico de sentidos y cruces con otras disciplinas: la historia, la arquitectura, la biografía del lugar y su gestación territorial, la sociología, la literatura impregnadas por la memoria y las experiencias vividas, otros itinerarios transitados.
A través de este deambular, este pasear sin prisa, recuperamos el placer del descubrimiento y de la intervención del espacio público.
No hay una sola mirada, un eje central en este viaje externo e interno sino múltiples lecturas. La ciudad se nos ofrece como un hipertexto donde cada enlace refuerza una identidad cultural, un imaginario que se construye con esa diversidad que la puebla. Voces, olores, colores, personajes, lugares que invitan al mundo ciudadano. .

La ciudad es la meta, redescubrirla en esa multiplicidad  de miradas y perderse en ella.